Por, Sandra M Mercado, PMP®

“Una ayuda familia”, “ayúdenos con un pañal o con comida, familia” se volvió común en las calles de Bogotá debido a la situación en Venezuela.

No cabe duda que algo de comida o ropa puede ser una ayuda apreciada en esos momentos, pero son el tipo de situaciones en las que suelo preguntarme: ¿que ayuda podría ser más de fondo? ¿Qué podría ser de ayuda para ellos y más personas?

Hoy estuve en una charla sobre resiliencia y considero que su contenido puede servir para varias personas cuando atraviesan una situación difícil. Ya sea emigrar de su país natal o afrontar una perdida: un empleo, un familiar, una enfermedad..  cualquier cambio que llega sin pedirlo y que nos deja en una especie de panorama desolador donde no sabemos ni cómo manejarlo, ni mucho menos como salir fortalecidos en lugar de más débiles.

La charla la basa María Carolina Hoyos, en los 8 pasos del Modelo de Kotter de Gestión del cambio y los aterriza en 9 pasos que pueden ser aplicados a cualquier situación de la vida.

Me gustó mucho la idea de aplicar el Modelo de John Kotter a los retos (llamémoslos retos) de la vida, así que aquí los comparto grosso modo:

1. Ser valiente: Para mí es confiar en uno mismo. Es recordar situaciones pasadas difíciles de las que fuimos capaces de salir adelante. Ya lo hicimos antes, es hacerlo una vez más. Es recordar que somos inteligentes, fuertes, que tenemos contactos y que si lo hicimos antes, podemos hacerlo nuevamente.
2. Respirar: En momentos oscuros nuestra única meta debería ser: sólo mantente vivo, sólo respira. Es buscar esa franja que nos permita responder sólo por lo que somos capaces en ese momento. Hay momentos que calma mucho pensar: sólo respira, sólo respira. Ya llegará el momento de hacer más, por nosotros y por los demás. Por ahora, ten compasión de ti mismo.
3. Aprender a entendernos: Reconocer que solemos ser muy duros con nosotros mismos. El hablar con alguien de confianza nos permite ver que el panorama no es tan oscuro como creemos. Como suelo decir en mis charlas: el problema no es no saber cómo, el problema es no tener a quien preguntarle. Y hoy en día hay muchas herramientas para preguntar, para tomar de guía experiencias ajenas que pueden ser luz para nuestros momentos grises.
4. Crear ecosistema: No creo en llaneros solitarios, repetía un jefe argentino que tuve. Es cierto, se llega más lejos, se construye más en equipo. Como decía Barack Obama en su conferencia en exma el año pasado: “todos tenemos puntos ciegos y es el escuchar el punto de vista de los demás lo que permite que tengamos un mejor entendimiento de las cosas y mejor información para hallar soluciones más completas”.
5. Tener capacidad de salir de la zona de confort: Sólo se crece cuando se sale de la zona de confort, me repetía un jefe de Houston que tenía. No es fácil pero no sólo es la única forma de crecer sino que te hace fuerte para futuras eventualidades. Curioso no? es incomodándonos que logramos hacernos más fuertes.
6. Agradecer: Permite recordar  y enfocarnos en lo que sí tenemos y está presente en esos momentos. Y a medida que vamos agradeciendo, se va impregnando en nosotros un aire de calma, optimismo y alegría que terminan siendo gasolina de las más alta calidad para enfrentar y solucionar lo que nos esta pasando.
7. Mientras más simple, mejor: En momentos oscuros, volver a lo simple nos facilita las cosas. No es momento de complicadas y largas teorías. Es momento de aplicar sencillez a las cosas.
8. Tener una vida espiritual: Creer en algo nos permite saber que hay una fuerza superior acompañándonos. Creer en algo nos permite pedir con fé y entregar el “cómo” y el “cuando”, con la certeza que algo más grande se encargará de conspirar lo que sea necesario para verlo concedido.
9. Hacer ejercicio y adquirir – mantener hábitos saludables. El ser humano es increíblemente poderoso. Cuidando de él mental y físicamente se logra tener la “máquina más perfecta” trabajando a nuestro favor. Cuida de tu mente, cuida de tu cuerpo, es compañía fija toda tu vida.

Gracias María Carolina Hoyos. Gracias por tus palabras, gracias por tu tiempo, por tu dedicatoria y por tu libro

Un abrazo, nos vemos pronto

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