Por, Sandra M Mercado, PMP®

Estos son mis tenis para entrenar. Sus rotos los coso yo misma (como pueden ver no tengo idea del tema). Los amo, me siento cómoda con ellos y si sé que aún pueden dar más ¿por qué botarlos entonces? Seguirán conmigo un rato más, así ya tenga un par nuevo de reemplazo listo.

Mis rotos en mis tenis me han enseñado a ser más humilde,  a que no todo debe ser perfecto para funcionar y que aún con peros puedes lograr cosas.

Igual pasa con los rotos en mi vida (que también he remendado pero con un hilo más fuerte, claro). Esos me han enseñado que: no siempre se gana, la visualización no es suficiente y a veces aunque lo des todo, simplemente hay cosas q no son para uno y la vida a las buenas o a las malas te obliga a despedirte de algunos sueños. Ya vendrán unos mejores.

También me han enseñado a conocerme mejor y que los momentos malos no son permanentes. Que  a veces las más grandes noticias vienen de donde menos las esperas. Y que afortunadamente existen las grandes sorpresas, las que te dejan sin aliento.

Esas son las lecciones aprendidas: qué repetirías, qué no. Y cuando logras capitalizar tus experiencias y convertirlas en guía para tomar mejores decisiones.. hiciste en tu vida lo q muchas empresas quieren hacer pero no todas alcanzan a lograr: gestión de conocimiento.

Así que abraza tus rotos, aprende de ellos y apaláncate en esas experiencias para llegar más lejos que antes: “al infinito y más allá”.

Un abrazo grande.

Me despido porque es que me voy corriendo con mis tenis rotos y los rotos remendados de mi vida, a perseguir mis sueños. Les contaré si los alcancé.

Aún no corro muy rápido pero créanme que me esfuerzo por hacer lo que dice mi profesor de atletismo: “deja el alma en la pista”.

Así que ya saben: Deja el alma en la pista.

Un abrazo, nos vemos pronto.

(Más lecciones de vida en instagram: sandrammercadopmp)

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